Poder heredado

El flamante ministro de industria de la administración Rodríguez Zapatero, Clos (¡que nooooooooooooo se ha rotoooo nada!) dimitió como alcalde de Barcelona y traspasó la vara de mando municipal a su heredero (Hereu, sic literalmente) cual monarca que transfiere su poder real al primogénito elegido. La diferencia entre unos y otros estriba en que al alcalde lo elegimos democráticamente los ciudadanos y al rey unas veces lo elige dios y otras el dictador de turno. Por eso no acabo de entender la costumbre que tiene el PSOE, en su rama Partit dels Socialistes de Catalunya, de imponernos al alcalde de Barcelona que elegimos/eligen antes de que acabe su mandato. Ocurrió con Narcís Serra que dimitió como alcalde para ser el “Gran Oidor” (osea, Ministro del Interior) en el primer gobierno de Felipe González y lo sustituyó Pasqual Maragall que, a su vez, dejó el cargo antes de tiempo para dedicarse a no se sabe muy bien qué y, a éste último, lo sucedió el citado Clos que ahora abandona el cargo antes de cumplir su mandato. Tal vez sea verdad lo que ha dicho una voz tan autorizada como la de Viggo Mortensen, neoyorquino afincado en Sudamérica y actual capitán “Alatriste” , y los españoles del siglo XXI nos parecemos mucho a los del siglo XVII. Sobre todo en la forma de elegir a sus gobernantes: por narices.
8 comentarios
Para viveydv, sin disgustarse... -
viveydv -
Para Pléyades, el conejito de duracell -
Pléyades -
Para viveydv, del mal el menor -
Para Pléyades ¿por el cambio? -
viveydv -
Pléyades -